sábado, 6 de octubre de 2012

PREGUNTA QUE SURGIÓ EN CLASE: ¿ LOS ÁRBOLES TIENEN ÓRGANOS?







Como todo ser vivo, los árboles poseen sus propios mecanismos biológicos que les permiten subsistir en armonía con el entorno y condiciones climáticas que lo rodean.
¿Que mecanismos biológicos poseen los árboles?
Se pueden definir como mecanismos biológicos a los diferentes "órganos" que intervienen para que el árbol pueda vivir.
Los principales órganos intervinientes son:
La Raíz:
La raíz es el órgano generalmente subterráneo, especializado en: Fijación de la planta al substratoAbsorción de agua y sustancias disueltasTransporte de agua y solutos a las partes aéreas. Almacenamiento: las plantas bienales como zanahoria almacenan en la raíz durante el primer año reservas que utilizarán el segundo año para producir flores, frutos y semillas. En algunas plantas como Isoetes (pteridófita) y Littorella (Plantaginaceae) las raíces transportan dióxido de carbono (CO2) para la fotosíntesis, ya que sus hojas usualmente carecen de estomas.


El Tallo o tronco :
Es el eje que sostiene las hojas, órganos de asimilación con forma aplanada para una absorción lumínica óptima, y les asegura mediante una filotaxis adecuada, una disposición favorable para captar la mayor radiación con el mínimo sombreamiento mutuo. El tallo es además la vía de circulación entre raíces y hojas y almacena sustancias de reserva y agua. Puede tener muchos metros de altura, el tallo leñoso más largo que se conoce es el de la palma trepadora Calamus manan de 185 m.
CORTE TRANSVERSAL DEL TALLO

a) El Xilema:
Se trata de un tejido leñoso de los vegetales superiores que conduce agua y sales inorgánicas en forma ascendente por toda la planta y proporciona también soporte mecánico. En las hojas, las flores y los tallos jóvenes, el xilema se presenta combinado con floema en forma de haces vasculares conductores. Las raíces tienen un cilindro central de xilema. El xilema formado a partir de los puntos de crecimiento de tallos y raíces se llama primario. Pero además, la división de las células del cámbium, situado entre el xilema y el floema, puede producir nuevo xilema o xilema secundario; esta división da lugar a nuevas células de xilema hacia el interior en las raíces y hacia el exterior en casi todos los tallos. Algunas plantas tienen muy poco xilema secundario o ninguno, en contraste con las especies leñosas; el término botánico xilema significa madera. El xilema puede contener tres tipos de células alargadas: traqueidas, elementos vasculares o vasos (tráqueas) y fibras. En la madurez, cuando desempeñan funciones de transporte, todas estas células están muertas. Las traqueidas son células alargadas con paredes gruesas caracterizadas por la presencia de zonas delgadas muy bien definidas llamadas punteaduras. Los elementos vasculares o vasos son traqueidas especializadas cuyas paredes terminales están atravesadas por uno o varios poros; una serie vertical de elementos vasculares que forman un tubo continuo se llama vaso. Las fibras son traqueidas especializadas de pared muy engrosada que apenas realizan funciones de transporte y que sirven para aumentar la resistencia mecánica del xilema. El xilema de las especies más antiguas desde el punto de vista de la evolución, como los helechos y las coníferas, está formado por traqueidas. En casi todas las angiospermas (plantas con flor), el xilema contiene también vasos y fibras bien desarrollados. Como las secuencias de especialización de todos estos elementos tisulares se observan con bastante claridad, el estudio del xilema aporta importantes claves para dilucidar la evolución de las plantas superiores.
Miembro de vaso en el xilema (700X)

b) El Floema:
En las plantas superiores, el floema es un tejido vascular que conduce azúcares y otros nutrientes sintetizados desde los órganos que los producen hacia aquéllos en que se consumen y almacenan (en forma ascendente y descendente). El floema está organizado en haces vasculares, que son los filamentos longitudinales del tejido conductor, asociados con el tejido conductor de agua o xilema. Los haces vasculares constituyen importantes órganos estructurales de los tallos herbáceos y los nervios de las hojas. En el cilindro vascular que atraviesa el centro de la raíz del ranúnculo, por ejemplo, el xilema forma un núcleo central estrellado en cuyas ranuras se insertan los haces de floema. De forma típica, el xilema ocupa el lado del haz vascular más próximo a la médula, aunque no son raras disposiciones distintas. En las partes más viejas de la planta, las células blandas del floema son aplastadas y empujadas hacia afuera por el floema nuevo que se va formando en el proceso de crecimiento. El floema nuevo se crea por la acción del cámbium o zona de crecimiento, una capa celular que separa el xilema del floema y produce células de este segundo tipo hacia el exterior de la planta. El floema consta de dos tipos de células conductoras: tubos cribosos, que son los elementos más característicos, y células anexas. Los tubos cribosos son células alargadas con las paredes de los extremos perforadas por numerosos poros diminutos; a través de ellos pueden pasar las sustancias disueltas. Estos elementos están conectados en series verticales. Las células están vivas cuando llegan a la madurez, pero los núcleos se desintegran antes de iniciar la función conductora. Las células anexas, más pequeñas, conservan los núcleos durante la madurez y también están vivas; se forman junto a los tubos cribosos y se cree que controlan el proceso de conducción. El floema puede tener fibras de líber, que son muy fuertes, y en algunas especies constituyen la materia prima de la que se obtienen fibras comerciales, como lino y yute, utilizadas en la confección de tejidos, arpillera y sacos o costales.

Las Hojas:
Es una excrecencia lateral que sale de un nudo entre el tallo y las ramas, y que funciona como el principal órgano sintetizador de alimento de los vegetales. Las hojas no modificadas con fines particulares tienen, por lo general, dos partes principales: un tallo llamado pecíolo y una porción ensanchada y plana llamada limbo (ver foto). El color verde del limbo de casi todas las hojas se debe a la presencia de clorofila, un pigmento que las plantas utilizan para fabricar, a partir de agua y anhídrido carbónico (fotosíntesis), los azúcares llamados hidratos de carbono.
No todas las hojas son verdes; muchas contienen otros pigmentos que enmascaran el verde de la clorofila, y algunas carecen de ella en todo el limbo o en partes de él. La coloración que las hojas adquieren en otoño se debe casi siempre a la descomposición de la clorofila, que deja al descubierto estos otros pigmentos. La estructura interna de las hojas, como la de raíces y tallos, es una modificación de una pauta básica común a casi todas las plantas vasculares.
Tejidos internos de la hoja
Las hojas normales se presentan con tejidos muy parecidos al resto de la planta, pero distribuidos según patrones propios que responden a cada una de las especies. También las condiciones del ambiente ejercen una fuerte acción modeladora sobre la estructura anatómica de este órgano. Recorriendo la hoja de afuera hacia adentro, nos encontramos con un primer tejido llamado epidermis, formado por un conjunto de células muy compactas recubiertas por una cutícula que reduce las pérdidas de agua. A lo largo de su recorrido es posible observar varias estructuras especializadas llamadas estomas (ver foto). Estas estructuras, formadas por células oclusivas (las únicas células epidérmicas que llevan cloroplastos en su interior) dejan entre sí un pequeño orificio llamado ostíolo. La función de los estomas es dejar entrar o salir los gases atmosféricos ( O2, CO2, vapor de agua, etc.)

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